miércoles, junio 24, 2009

las cuatro personas fueron reales

Cuando desperté me he notado algo extraña... muy diferente al resto.
He quedado con Diego en el metro a las 12:30, pero mi reloj no andaba bien porque me decía que era momento de estar allá y pues yo... acá. Como pude salí a toda prisa esquivando cuanta alma se ponía en el camino, deseaba que mi sueño de volar se volviera realidad.
Después de un largo y tenso viaje llegué al lugar de nuestra cita; lo busqué y no estaba en el punto que acordamos... pensé que lo habían secuestrado o algo por el estilo; Diego es puntual, era extraño no verlo sentado con la música esperándome. Mortificada recorrí toda la estación buscándolo, es tan frágil y pequeñito que me preocupaba su integridad. Después de dos vueltas pude verlo en el corredor justo arriba, me miraba con odio por haberlo hecho esperar en un lugar tan horroroso como ese. Al encontrarnos le dí una bolsa con contenido delicioso congelado para que perdonara mi poca decencia.
Afuera encontramos una ciudad contaminada con mierda andante que buscaba precios bajos y mucha calidad... unos pasos después nos unimos a su carabana. Todos seguíamos un destino común, caminamos muchos metros junto a ellos, pero descubrimos que no pertenecíamos a ahí y decidimos volver a nuestro punto inicial.
De vuelta Viko me esperaba coqueto con su camisita roja y su tranquila actitud. Dejé a Diego en el mismo lugar en donde lo encontré y cambié mi camino. Del otro lado había más gente, pero a diferencia de los primeros ellos no eran tan desagradables, pasamos por un lugar en donde vendían carne y tortillas, yo no había desayunado y pensé que era una excelente opción comer ahí... me senté y comenzó el banquete. Una mujer sin el brazo derecho se acercó a preguntar por los costos de los alimentos y se fue, particularmente me llamó la atención la motilidad que tenía su muñón cuando con él se acomodó las gafas de sol que llevaba sobre la cabeza.
Al salir del lugar ese Vik me ha pedido que fuéramos a buscar un aparatejo que tanto anhela, llegamos con un señor que vende muchas cosas electrónicas... el calor, la gente y otros factores hacen que me vuelva loca, de pronto me dolió mucho la cabeza y me sentía mareada por lo que decidí esperar afuera. Al cabo de unos minutos me sentí mejor, me acerqué a esos hombres que hablaban como en otro idioma:- "Tiene sus entradas midi, el mixer y 60 canales"- eso me sonaba como a un televisor de alta tecnología jaja! El vendedor y dueño del lugar era un hombre maduro con vitiligo y acento norteño... muy simpático él, yo miraba atenta y emocionada a mi hombre alto y delgado desenvolverse como un master... al finalizar se han extendido las manos como para cerrar un trato, usualmente se extienden las manos derechas, no fue este el caso... el vendedor no tenía mano (ni antebrazo) derecha... no tomé importancia al hecho de que dos personas en un radio menor a un kilómetro se hayan presentado ante mi sin sus extremidades superiores derechas.
Estábamos en un centro comercial sentados y un destello de realidad pasó por la mente de mi amado despistado y se enteró que hoy tenía que hacer un trámite en la escuela, con mucha pena nos levantamos para dirigirnos a su institución... en el trayecto otra mujer sin brazo derecho se cruzó en mi camino, ahora sí me pareció (no se que adjetivo usar: interesante, inusual, extraño, misterioso, singular) raro haber visto a tres personas sin brazos derechos en tan poco camino... Cuando llegamos a la escuela me ha preguntado que por qué mi mamá me hizo tan bonita... yo modesta le dije que porque era buena y lo merecía y dije: - imáginate lo mala de que debió ser la madre de ella-y señalaba a una mujer fea que no me agrada... él me miro horrorizado como sí fuera un monstruo y dijo: -Ay amor!, no seas cabrona... pobre chava- por la dirección de su mirada pude observar a una mujer joven que adivina!!! : TAMPOCO TENÍA BRAZO DERECHO, nunca había visto a tantas personas en un solo día sin brazo (a excepción de mis días en el campo de guerra, ahí además de brazos les faltaban los rostros, las piernas, el torso..).
El día era frío y amenazaba con volverse lluvioso por lo que decidimos ir a la cafetería; yo a tomar chocolate caliente y un pastel de queso y él un capuccino. Al salir le he comentado sobre mi impresión del día y las cuatro personas sin brazos derechos, como siempre él ignoró mi comentario estúpido poco acertado y me besó apasionadamente en el estacionamiento... luego nos despedimos.
En la esquina de mi casa he visto una larga fila con personas enfermas que llevaban hielo en su brazo derecho, al parecer hoy las amputaciones son gratis.

2 comentarios:

L.C. dijo...

hola, me ha gustado mucho tu texto, lo que más: "pero mi reloj no andaba bien porque me decía que era momento de estar allá y pues yo... acá. Como pude salí a toda prisa esquivando cuanta alma se ponía en el camino, deseaba que mi sueño de volar se volviera realidad"
Me gusta tu personalidad coqueta y presumida cuando escribes (desconozco si en relamente eres asi) pero escrito !funciona! da mucha fuerza al texto en 1ª persona.
Besos
Un beso

JACQUEL (antes wrutuu88uu) dijo...

Muchas gracias LC, realmente soy así... pero un poco más modesta jeje!.

besos