Mostrando las entradas con la etiqueta Jacqueline se está volviendo una pervertida y cuenta historias de sexo. Mostrar todas las entradas
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domingo, febrero 07, 2010

No puedo explicartelo, pero sí le entendí

Aún siento tu calor entre mis piernas, tu aroma en las manos y en toda mi piel. No se me borra la imagen de tus dientes mordiéndome el pecho, marcándome como tuya... marcándome para así recordarte; el espejo ha sido testigo de ello, se ha puesto celoso porque mi cuerpo ya no es sólo suyo, ahora es tuyo y mío también.

Aún la huella de tus labios está impresa en los míos, palpita, me quema y me hace extrañarte y necesitarte estúpidamente... ¡ven!, es sencillo: Sólo tienes que volar desde aquel mundo alterno en donde habitas, entrar por la ventana y robarme (me encargaré de quitar el seguro y de dormir a los perros), no necesito algo más que no sea tu todo (y medio sandwich).

Prometo entregarme por completo, no hacer preguntas ... prometo amarte intensamente como sólo tú mereces y como sólo yo puedo. Te prometo todas mis noches, mis pensamientos puercos (y los bonitos también)... sólo te pido cariño, tus abrazos, tus palabras, tu voz y que pongas atención (mis ojos son oscuros... muy oscuros y mi nariz no te gusta y no quiero preguntas... es todo lo que tengo que decir al respecto )

** y ya

jueves, enero 14, 2010

3 de 1000000

Admito que la primera vez que la ví me dieron ganas de abrazarla para tratar de consolarla, pero la siguiente ya no... cuando el calor de la gente la invadió tuvo que despojarse del grueso abrigo que llevaba y pude ver como sus tetas se asomaban, en ese momento en lo único en que podía pensar era en tirarmela justo ahí en la estación... frente a todos: quería levantarle la blusa, lamer, mordisquear y jalonearle los pezones. El tren llegó y la perdí de vista; me quedé sentado esperando a que el subidón se me fuera, y se me hizo tarde.

lunes, noviembre 16, 2009

Relato sobre Nora: La mujer que un día fue realmente apreciada. (u otro post con contenido sexual)

Nora era una mujer tan común como la sal de cocina, tan prescindible que cuando enfermó de hepatitis nadie en el trabajo notó su larga ausencia (a excepción de su jefe quien sí fue avisado).

Nora se casó cuando era muy joven y no fue por amor, fue por el temor de nunca poder volver a hacer que un hombre se interesara en ella, prefería pasar la vida con un completo extraño, pero que la hiciera sentir segura. Su papel de esposa era más parecido al de madre: lavaba, planchaba, cocinaba, limpiaba, trabajaba para mantener al imbécil que la acompañaba y casi nunca era reconocida por sus méritos. Hacia mucho que Nora no se sentía mujer y su moral retraída y mal elaborada, no le permitía explorarse.

Dado que Nora no era una mujer de belleza opulenta, nunca fue considerada como una persona frágil y era llamada en la oficina para ayudar a hacer los trabajos duros como cargar cajas pesadas llenas de papeles o mancharse las manos al cambiar el toner. Así pues un jueves, después de que el camión repartidor de la papelería que les surtía llegaba y se desbordaba a la entrada del edificio, Nora  fue llamada para ayudar a acomodar las cajas en la bodega. Sin protestar, abandonaba su cubículo mientras con una liga se sujetaba el cabello, sabía que la faena sería dura y no quería sudar tanto. Abajo José Luis, le esperaba para que se coordinaran y comenzaran a acomodar las cosas. Poco a poco el edificio fue siendo abandonado, era ya la hora de comer, mientras tanto Nora y José Luis entraban y salían incesantemente de la bodeguita, pronto aquel cubil se iba llenando y el espacio se reducía a manera que cuando coincidían dentro, sus cuerpos se rozaban inevitablemente.

En un momento coincideron dentro de la bodega y el viento fuerte de las 2 de la tarde hizo que la traba en la puerta saliera volando, para la mala fortuna de aquellos dos, la puerta sólo podía ser abierta desde afuera y ya nadie estaba por ahí. No hicieron ni el más mínimo intento por gritar, sabían que aquello sería inútil, así que a oscuras se quedaron muy juntitos el uno del otro. Para romper el silencio alguien hizo una pregunta estúpida con una respuesta igualemente estúpida. Nora sintió en ese momento todo el peso de su frustada vida sobre los hombros, mientras que José Luis planeaba el momento oportuno para poder meterle la mano debajo de la falda, después de todo estarían metidos ahí por lo menos una hora antes de que alguien pudiera darse cuenta de que estaban encerrados.

José Luis era el tipo de hombre hábil con las manos y la lengua, en todos los sentidos, no era casado y ni le interesaba el tema. Había visto algunas veces pasar a Nora y siempre había notado que su trasero se miraba firme apesar de que ya no era una jovencita, siempre tuvo la intención de invitarla a salir, pero ella parecía no notar su presencia, apesar de que habían estado juntos en la bodega infinidad de veces.

En algún momento Nora inspiraba con mucha profundidad, como sí algo le doliera, José Luis creyó que estaba teniendo deseos sexuales y aprovechó la oportunidad para sujetarla por la cintura mientras rosaba suavente sus labios. Nora quedó inmóvil, sin reaccionar de ninguna manera ante el ataque, no pensaba. Él seguía insistente a sus própositos y continuó con las caricias que a medida que pasaba el tiempo aumentaban de intensidad. Nora comprendió que debía corresponder cuando sus calzones grandes confeccionados en algodón quedaron humedecidos al sentir el bálano de José Luis invadir el espacio entre sus piernas. El pequeño espacio en la bodega y que ambos medían casi lo mismo les favorecía para no tener que elaborar tantas  maniobras y así fácilmente José Luis, después levantar la falda de Nora sobre su cintura y bajarle los calzones, pudo penetrarla mientras ambos permanecían de pie. Aquello duro pocos minutos y a decir verdad fue una verdadera pena, sin embargo, para Nora era lo mejor que le pasaba en años y el recuerdo de esas sensaciones le duraran toda la vida.

Una vez que terminaron y ambos arreglaron sus ropas, decidieron esperar a que alguien pudiera rescatarlos del encierro, lo hicieron de manera silenciosa. De pronto la voz de Gloria se escuchó pasar por ahí y Nora rápidamente grito pidiendo ayuda, les abrieron y pudieron continuar con la labor de acomodar cajas en la bodega.

Pasados los días Nora y José Luis seguían siendo compañeros de trabajo que nunca hablaban y que esporadicamente coincidían en la bodega cuando un nuevo cargamento llegaba. A José Luis seguía pareciéndole que el trasero de Nora se miraba firme a pesar de que ella ya no era una jovencita.

jueves, octubre 29, 2009

El chico del crucero.

Viernes 15 después de las 5:00 p.m, es el peor momento para andar en automóvil en esta caótica ciudad: tránsito pesado, gritos, ambulantes y de esos cabrones que se te avientan al parabrisas a exigir cobrar por un trabajo que nadie solicitó.

Llevaba ya un rato en el eje de Guerrero y sentía que lo único que avanzaba era mi segundero porque los autos seguían todos ahí parados como sí aquello fuera un gran estacionamiento. La cabeza me mataba y lo único que esperaba era llegar a casa a darme un buen baño, la tina sería una excelente idea.

En algún momento mis pensamientos se vieron turbados por el hilarante caminar de un joven vagabundo de pálido rostro que apenas rebasaba los 20 años; algo en él me causo ternura y cuando nos alcanzamos detuve el auto sin pensar, bajé el vidrio y lo invité a subir. Al parecer era un acto muy natural para él, no dijo nada sólo abrió la puerta y entró -Buenas!!- me dijo apenas regalándome una mirada que se me clavaba en el alma, necesitaba abrazar a ese muchacho y brindarle el amor de madre que me tengo guardado desde hace muchos años. No dijimos ni una sola palabra durante el camino, sólo pensaba que aquello había sido una locura, pero no podía hacer ya nada más que ayudarlo, por algo lo había subido.

Paramos en una plaza, me había propuesto arreglarlo y no devolverlo al mundo como un pordiosero, quería que se viera como el hombre guapo que era. Le pedí que bajara conmigo y que esperará fuera del auto mientras yo entraba a comprarle unos calzoncillos nuevos, algo de ropa y unos zapatos, pensé que era algo agresivo decirselo así, por lo que tuve que cambiar mis argumentos y ofrecerle que comiera en un puesto callejero mientras yo hacía las compras. Así lo hicimos y más tarde volvía con algunas bolsas, pensé que se habría ido, pero no, estaba sentadito muy quieto justo en donde le indiqué que se quedara, me sentía tan conmovida!!,  desde lejos levanté las bolsas para que él las viera, también se emocionó y corrió a ayudarme.

En el camino a casa hemos entablado un poco más de conversación, le pregunté por su nombre antes que nada, sus ojos oscuros y gigantes me miraron provocándome y con la expresión fría respondió: -¿A ti cómo te gusta?- no supe que contestar, cambié de tema central al clima y luego el accidente que me ha permitido conocerlo.

Cuando llegamos a mi departamento le indiqué el lugar del baño, le mostré lo que había comprado para que eligiera lo que usaría después de asearse, preguntó mi opinión respecto a los calzones, le dije que eso no me incumbía, que se bañara. Mientras tanto, yo emocionada me puse a arreglarle un espacio para que pasara la noche, me había convencido de adoptarlo como mi hijo. De pronto me vino a la mente su imagen desaliñada, lo delgado de su espalda y sus ojos... sus ojos!!, un escalofrío me recorrió y me hizo estremecer. Abrazada a la almohada he tratado de convencerme de que eso no estaba bien, entonces me quise creer la historia de que era mi hijo y que como tal tendría que tratarlo.

El destino me tiene saña, llevaba más de un año sin tener una relación sexual  y de pronto tenía a un jovencito hermoso en mi casa, que era vulnerable a mis caprichos, de alguna manera quería evitar esos pensamientos y quería ocultarme de ellos en mi cuarto;  sólo espere a que saliera del baño para mostrarle el lugar en donde dormiría, fuí a la cocina a prepararme un té de valeriana para calmarme un poco. Tenía sosteniendo con ambas manos la taza caliente y de pronto se abrió la puerta del baño, salío desnudo con unos calzoncillos en cada mano y me dijo: -¿Entonces, cuáles me pongo?- la taza cayó al piso y su contenido caliente me salpicó todo el blusón... me mojó los pechos y mis pezones salieron a relucir, el joven rápido se aproximó a mi y con uno de los calzones me ha secado los pechos, me quedé inmóvil, sólo el corazón se me aceleró y me costaba respirar pero no hice nada más, él al darse cuenta de mi nerviosismo y clara excitación siguió agitándome las tetas. No hice nada, a decir verdad lo disfrutaba, lo miré una vez más directo a esos ojos tan penetrantes que tenía, su mirada delataba su difícil pasado y su trágico futuro y pese a todo sabía lo que quería y como conseguirlo. De pronto con un poco de violencia me levantó el bluzón y me siguió sobando las tetas, pero está vez al desnudo y me besó el cuello con un poco de delicadeza, era como sí sus acciones reflejaran el agradecimiento por alimentarlo y vestirlo o tal vez era que esa era la única manera que conocía.

-¿Quieres de mi verga?- me dijo mientras se meneaba el pene frente a mi... mis deseos de ser madre se fueron todos al carajo en un instante. Soy una mujer madura de 40 años, éxitosa, empresaria pero a la que le faltaba un hombre desde hace mucho y siendo sinceros no podía darme el lujo de desatender mis ocupaciones por una responsabilidad tan grande como es un hijo. Entonces me decidí por la carne, lo jalé hacía mi mientras me sentaba en una silla y lo abracé tan fuerte que parecía que iba a destrozarle todos sus huesitos, lo bese por el vientre, le agarré las nalgas y frotaba sus piernas... metí su pene desesperadamente en mi boca cómo sí fuera a alimentarme de alguna manera... estaba tan desesperada y ansiosa que nada me intereso, no me importaba el hecho de que un extraño estuviera en mi casa, mucho menos me importó pensar que él se prostituía y que tal vez nunca uso protección y que estaba completamente expuesta a contraer alguna enfermedad... la razón no me funcionó, en ese momento sólo pensaba con la vagina... unos minutos más tarde lo tenía sobre mí, entrando y saliendo constantemente... no quería que terminará, era casi como un sueño, era el hombre que siempre había querido tener en mi cama.

Por la mañana ya no estaba, tampoco la ropa que le compré ni otras cosillas insignificantes de la casa, supongo que creyó que ese sería su pago. Desde ese día transitó por la avenida Guerrero, esperando siempre encontrarlo y subirlo a mi carro para que vuelva a hacerme sentir como una auténtica mujer.

lunes, octubre 05, 2009

Hedonista


El espejo frío reflejaba el oscuro rostro de un hombre sucio... que secretaba lágrimas, sudor y  saliva. A través de él emanaban sentimientos sólidos que apestaban, una desagradable mezcla de lágrimas, sudor y saliva con un toque de semén, esmegma, serumen y sangre... su sangre y la de otros más.

El espejo miraba atento el rostro del asesino, del ser sucio y despreciable que hedia... el espejo no comprendía sus motivos... sentía impotencia de no poder romperse para no verlo más, para no cargar más en su capa reflejante las náuseas.

El sucio mientras se regocijaba como un inocente cachorrito, cabrón de la mierda!!! Afuera en el cuarto, una de sus víctimas se encontraba tirada en la cama... apenas agonizaba con el cuello chupado y las tetas desgraciadas... pobre imbécil llegó a él creyéndose única esperando amor sincero y eterno, ahora que lo pienso me enferma su actitud, recibió lo que merecía, ser sodomisada y torturada hasta la agonía.

El sucio hedonista no cabía en sí mismo de la satisfacción, concluyendo que unos nacen cazadores y los pobres desgraciados  presas. Su naturaleza humana le permitía a sí mismo expresarse y encontrarse... sentía tanto placer al enamorar a jovencitas ingenuas así como decir "cuchara" en repetidas ocasiones. Bueno pensándolo bien el sucio con un baño quedaba más que bien y sus sentimientos son sólo parte de la ley del más fuerte... ahora quiero ser cómo él.


** sí, es idiota... So what? tengo sueño y es mi blog y puedo poner cuanta pendejada me venga a la mente!!!


sábado, septiembre 05, 2009

Cena de gala.




En un inicio todos nos encontrábamos sentados alrededor de la nada, fundidos en una plática incesante de banalidades y mediocridad, la cena estaba por servirse: un asado de lechón, vino extranjero y frutas diversas serían el menú… mientras tanto el oro y poder eran los protagonistas de la noche; yo no pertenecía ahí… necesitaba de algún modo olvidarme. En un instante se hizo el silencio y he aprovechado la oportunidad para disculparme y retirarme, fui directamente al salón de los espejos en donde no había nada más que paredes que reflejaban la soledad de sus invitados; entré y vi en el centro un gran diván blanco que impaciente me esperaba, me acerqué sigilosamente y me recosté un momento en él. Al cabo de unos segundos creo que me dormí, ya no me enteré de nada ni de nadie.
De un sobresalto me he levantado tras haber escuchado al viento susurrar mi nombre: -Jacqueline!!- Imploraba, -Jacqueline!!- repetía y yo aterrada, mire hacia todos lados intentando encontrar a quien me llamaba, no he visto nada salvo mi hermoso reflejo en uno de los espejos; ahí estaba parada en medio del salón con mi largo vestido blanco, las zapatillas de cristal y un gran tocado de orquídeas en el cabello… -un momento- me dije a mi misma al darme cuenta de que yo no había llegado vestida de esa manera a aquel lugar – En donde está mi vestido negro?- me pregunté en voz alta. Un tanto confundida salí de aquel sitio para buscar al resto de mis acompañantes. Todo parecía haber cambiado, aquello era ahora un elegante lugar con muchos salones y nada de gente, ¿a dónde habían ido todos?, entré a todos y cada uno de ellos y no he visto nada, sólo botellas de vino vacías y platos servidos sin nadie detrás de ellos.

Pasadas unas horas (o unos minutos, el tiempo parecía tan relativo!!) he escuchado risas y aplausos detrás de una inmensa puerta dorada, la jalé con todas mis fuerzas intentando abrirla, pero no tuve éxito parecía que pesaba más de una tonelada. Corrí desesperada intentando encontrar otra entrada y fue así como llegué hasta un sótano que era oscuro y húmedo, características típicas!!! y claro, para no perder el estereotipo no había ni una sola vela, así que con mucho temor me adentré en él, cual vil rata me he pegado en una pared para poder guiarme; y así transcurridos unos metros pude ver una pequeña luz que tímida se asomaba, aceleré mis pasos como sí llegar hasta ahí fuera cuestión de vida o muerte. Era una pequeña puerta de madera frágil que se había debilitado más con la humedad, así que con un empujón fácilmente pude abrirla… al cruzar me he encontrado nuevamente con silencio y oscuridad, sin embargo, pude sentirme acompañada… como medio millón de miradas se centraban en mi, sin decir absolutamente nada, sin respirar, sólo observaban. Una luz de pronto me apuntó, me ha deslumbrado en primera instancia por lo que tuve que cubrirme con una mano, una vez que mis pupilas se adaptaron pude distinguir a todos y cada uno de ellos, por un momento me sentí aliviada y pretendía platicarles mi experiencia y justo cuando estaba apunto de hacer una pregunta escuché una fuerte exclamación de “AHORA!!!” ,no se de donde salieron como 10 lobos hambrientos que me acechaban por cada uno de mis lados, uno a uno se me lanzaron encima aunque extrañamente lo único que hacían era rasgar alguna parte de mi vestido y en seguida se retiraban para ceder el turno a los demás. Me encontraba hincada con los ojos cerrados esperando el momento de mi muerte, sabía que en cualquier instante alguno de ellos me devoraría. De pronto cesaron los ataques, extrañada abrí los ojos al escuchar la ovación del público, pensé que aquello era una extraña broma y me levanté… caminé hacia el centro del escenario para enfrentarme a ellos cuando de pronto apareció un mulato alto de buena musculatura desnudo, traía consigo al lobo alfa… ambos me miraron con deseo, por un lado el lobo querría comerme y el negro a su manera también. El lobo atacó primero, se me fue encima y me mordió un brazo, pude ver el brillo de sus afilados colmillos manchado con un poco de mi sangre, creí que el fin había llegado y que pronto me mordería la yugular… con sus garras me ha abierto muchas heridas en todo el cuerpo, mi vestido (o lo que quedaba) ya no era blanco, el lobo me lamía incesantemente… su lengua me raspaba y abría cada vez más las heridas, que en un principio ardían, después de unos minutos ya no sentía… sólo esperaba ansiosa el momento del fin. Entre las sombras pude ver al negro que se fundía con la oscuridad, nos miraba atento… impaciente y excitado. Poco a poco fue acercándose a mí, el lobo se intimido y paro de lamer mi sangre, en señal de sumisión agachó los hombros y de un violento salto nos abandonó.

Me encontraba tirada en piso, herida, ya casi sin ropa… buscaba desesperadamente a alguien del público que pudiera ayudarme, los miraba angustiada, pero nadie hacia nada. El negro en un momento estaba inclinado entre mis piernas, las mordía y golpeaba, yo suplicaba… el lamía y me torturaba... en su mano izquierda tenía dos dedos con las uñas muy largas, metía una a una y rasgaba más la herida que tenía en el cuello… recolectaba mi sangre en la cuenca que se formaba entre mis pechos, lamía y mordía… mordía y lamía, yo sólo suplicaba… quería morir ya, ese maldito negro no se agotaba y yo no podía moverme más… un ligero rayo de luz se posó en él, pude distinguir su inmenso pene erecto que apuntaba al cielo, también pude distinguir lo profunda de su mirada que se me clavaba como una daga… de pronto se hincó frente a mi y de un brusco movimiento abrió mis piernas para hacer paso a su miembro duro como el hierro, pude sentir su punta roma cómo palpitaba ansiosa por penetrarme. Pese a que había sido tratada peor que basura al momento de consumar el acto, me trato como sí fuera la mujer que amaba, fue delicado… tanto que hasta lo he disfrutado, me ha gustado sentir aquella monstruosidad dentro de mí… martilleando, sofocándome, matándome; en un instante su semen se desbordaba y me cubría las nalgas… pensé que aquello había terminado, pero no era así… de algún lugar el negro había sacado un puñal que estaba dispuesto a enterrarme……….

….- Menos mal que estás aquí, nos tenías preocupados a todos, la cena está lista- me decía Alfredo quien estaba parado en la entrada del salón de los espejos, exclamé un fuerte suspiro de alivio y me levanté para irme con él. Al llegar al salón principal todos me miraban con alegría, me senté y el banquete comenzó. Los sirvientes (más bien esclavos) estaban parados alrededor nuestro esperando atentos nuestras ordenes, sin querer he mirado por mi izquierda y vi al negro de mis sueños quien vestía un traje blanco y portaba una servilleta en el brazo derecho, una oleada de frío me recorrió espantosamente el cuerpo… no era miedo, era deseo.

jueves, agosto 06, 2009

De noche todos los gatos son pardos (y sí tienen dinero, claro!)

Hace tiempo que no recuerdo mi verdadero nombre, algunos me dicen Samantha, Camila, Jacqueline (jaja) o cualquier nombre que les agrade... otros tantos sólo me dicen: -Hey tú, la de la tanga roja- entonces sumisa me acerco, normalmente me tocan una nalga y luego me siento.

Mi trabajo es digno como cualquier otro, yo no pude (o no quise) estudiar y no se planchar... pero desde niña he sido muy disciplinada con el ejercicio y el ballet, pude haber vivido de ello, pero los hombres y la mala vida me han llevado por un camino distinto; ahora gracias a mi abdomen plano y lo elásticas de mis piernas puedo ganarme la vida desnudándome... la primera vez fue difícil, mucho: recuerdo que me acerqué por casualidad, mientras caminaba buscando que hacer conmigo he visto a lo lejos un anuncio luminoso que decía que necesitaban "meseras (buen sueldo más comisiones)", al entrar vi a Fiona con sus rizos hasta la cintura y sus tetas de fuera... el gerente me preguntó sí había estado antes trabajando así, le dije que no y me metió al lugar a hacer una prueba. Me mostró los vestidores, ahí pude ver a muchas hermosas mujeres (otras que eran "hermosos") sentadas frente a un espejo adornado de tantas luces, se miraban con emoción mientras rizaban sus pestañas o se acomodaban la tanga... aquello me recordó lo gloriosos de mis días como actriz, pensé que era una buena oportunidad para volver al teatro... que tal vez podía preparan un gran papel como puta, así que decidí bailar aquel día en aquel lugar.


No recuerdo que canciones elegí ni el vestuario, pero sí recuerdo la mirada lasciva de los clientes y la de envidia de las muchachas... me anunciaron ese día como: " Jess, una invitada especial", temerosa subí las escaleras hacia la pista, me sentí un poco incomoda siendo el centro de atención... por un instante no escuché nada, todo parecía como una pesadilla... ya sobre el escenario una luz me apuntaba, no tenía ni puta idea de que hacer así que enseguida me dirigí al tubo, lo sujete fuertemente entre mis manos mientras contoneaba las caderas de un lado a otro, un instante después los hombres comenzaban a sacudir billetes sobre sus cabezas con la esperanza de que me dirigiera a ellos a moverles el culo, por fin terminó la primera canción y era momento de despojarme lenta y sensualmente de mis prendas... la luz se hizo más tenue y una música suave comenzó a sonar; tomé el tubo con una sola mano mientras mi cuerpo giraba en su propia órbita, de pronto me dejé caer al suelo y apunté mi mirada a un cliente, me arrastré hasta su mesa y sujete con los dientes los 500 pesos que estiró para mi... con un movimiento brusco me levanté y volví hasta mi tubo protector... ya se me habían pasado los nervios y volví a centrarme en mi papel de bailarina, pronto les mostré mis capacidades y los ánimos se calentaron bastante... los hombres se convirtieron en bestias que competían por mi atención... eso me motivo y continué con el show... lentamente deshice el nudo de mi sostén y en un segundo tenía los pechos al descubierto, el frío hizo que mis pezones se erectaran y eso cautivó a todos, incluso me fascine a mi misma... luego de unos segundos con vehemencia me he arrancado la falda y quede en una diminuta tanga, por vanidad me miré en los espejos del lugar... me gustó todo lo que vi, tanto así que me quedé el resto de la canción bailando para mi, me tocaba las tetas y me metía los dedos a la boca... fui la sensación, tanto así que el encargado quería coger conmigo esa misma noche...
Por su puesto que quedé contratada, iba desde el jueves hasta el sábado... unos meses después mi fotografía estaba en la entrada del club y los clientes fueron prefiriéndome sobre las demás... ellas ya no me odiaban, me respetaban y hasta me pedían clases... un tiempo fue divertido, no tenía que acostarme con nadie para ganar mucho dinero, cuando lo hacía era por mero placer.
Un día estaba muy aburrida y algo ebria después de una noche del bar a reventar, me senté en la única mesa que estaba libre, desde ahí pude observar a un hombre solitario que parecía no tener idea de lo que hacia ahí... no miraba a las bailarinas, estaba centrado en su trago y su soledad... eso me encantó, así que decidí hacer un acto de caridad y me levanté para ir hacia él... cuando notó que lo miraba y que caminaba en su dirección se puso nervioso, pude observar los movimientos torpes de sus manos y su mirada esquiva, se rascó la cabeza y se mantuvo cabizbajo hasta que llegué: -Hola, me invitas una copa?- le dije mientras le tocaba la espalda, con la voz entre cortada me ha respondido que sí, me senté y comencé la plática: - Nunca habías estado por acá, o si?- le decía mientras él sólo negaba con la cabeza y no le quitaba la mirada a su trago, su aire de misticismo y apatía me atraían fuertemente, me acerqué más y le puse la mano sobre la rodilla, de inmediato se sonrojó y llamó al mesero para pedirme el trago -A qué te dedicas?- le pregunté muy despacito al oído - Soy PROFESOR universitario- me dijo orgullosamente, wow!!! siempre tuve el deseo de tirarme a uno de esos intelectuales, bastaron dos minutos para que me sintiera excitada, lo toqué por debajo de la mesa muy pronto pude sentir cómo su "amigo" se hacia duro... frente a los clientes y las chicas sólo se me permitía besarlos y a lo más que me tocaran una teta, pero en privado no había reglas... necesitaba que me invitara uno.... lo convencí y pronto nos dirigimos al salón privado, antes de entrar lo besé desesperadamente, creo que además de excitada estaba fascinada... era el primer hombre real que tenía en mucho tiempo, en cuanto se bajó la cortina lo lanzé contra la silla, mi ánimo era tanto que mi corazón latía desesperadamente.... HASTA AHÍ LO DEJO, EL RESTO LUEGO ( o tal vez nunca... jeje!)


miércoles, julio 08, 2009

Como en la adolescencia

-Hoy desperté contigo- me decía con un tono lascivo a través del teléfono.
- Cómo así?- respondí un tanto intrigada mientras me ponía cómoda en la cama para escuchar su relato.
-Soñé con tus piernas suavecitas que me rodeaban el cuello asfixiándome como si fueran un par de serpientes hambrientas de amor...- interrumpí con una gran carcajada por la mala imitación poética de su historia, pasados unos segundos pude recuperar el aliento y le pedí que continuara.
- ...yo las acariciaba mientras te lamía los dedos y tú te estremecías, pude mirar tu rostro: tus labios estaban hinchados, rosados muuuuy sensuales, tu lengua se asomaba tímida... tus ojos estaban cerrados como sí meditaras- escuchaba atenta el relato y me mordía las uñas, es un mal hábito que tengo, luego hubo una pausa en la que pude oír un suspiro - después quitaba tus piernas de mi cuello y las colocaba entre mis caderas... jeje! ya se me paro esta madre- ambos reímos por el incidente.
- ¿Quieres ir hoy al cine?- le pregunté saliéndome completamente del tema - mmm!!, pues preferiría verte en otro lado, pero que se haga lo que mi princesa dice- complaciente respondía
-Vale, te veo a las 3- colgamos y me levanté de la cama....
Fuimos al cine, no recuerdo ni el título de la película y menos la trama... mi mente andaba completamente en otro lugar, de vez en vez podía sentir sus labios húmedos en mi cuello, mejillas y boca así como sus dedos juguetones entre mi espalda a media película le he dicho que tenía hambre... ambos entendíamos el mensaje, me tomó de la mano y salimos corriendo de la sala entre mentadas de madre y palomitas que iban volando... al llegar al auto un profundo beso nos decía que era hora de buscar un hotel... era un asunto urgente - vamos a mi casa, estamos a 15 minutos o menos- me decía coqueto, el auto de pronto se convirtió en un jet de alta velocidad; en menos de 10 minutos estábamos en la puerta de su hogar, al entrar me sujetó por la cintura mientras desataba las cintas de mi blusa y me besaba, yo desesperada le quitaba el cinturón cuando de pronto escuchamos : -Hola hijo, ya está la comida lista... te hice las compras, ¿cómo es posible que puedas vivir sólo con una botella de agua en el refrigerador?- una horrenda sensación de frío recorrió cada fibra de mi ser, me quedé paralizada unos instantes y luego la señora dijo: - ¿No nos vas a presentar?- temerosa extendí mi mano para estrechar la suya
- mucho gusto, Sandy- aquella fría mujer me apretó la mano haciéndome saber que ella mandaba - Sandy, Sandy!! es diminutivo?... vaya, te lo pregunto porque hoy en día los papás ya no saben que nombre ponerle a sus hijos- no sabía como comportarme, miraba inquieta a mi novio pidiéndole que me ayudara - Es Sandra mamá, cómo entraste?- parecía que el tono de molestia de mi amado había calmado a la fiera - No tienes porque ponerte así Mario, vine a ayudarte y me dejó pasar el portero, pues yo soy tu madre... oye esa niña no tiene buena cara, qué se sentirá mal?- le decía la vieja como si yo no les escuchara, pero me dio una gran idea y mis dotes teatrales me ayudaron a montar una escena de que se me había bajado la presión sanguínea... aún no entiendo como puedo palidecer sin estar enferma... en fin, 5 minutos después estaba recostada en la cama alejada de esa mujer... Mario me pidió que esperara, dijo que lo compensaría.
No se cómo lo hizo, pero logró que su madre se quedara en la sala mirando el televisor sin molestarnos, mientras él iba a "cuidarme"... al cerrar la puerta de su habitación, discretamente puso el seguro y desabotonó su camisa, yo lo miraba excitada y me bajé los pantalones en un rápido movimiento... cruzamos miradas coquetas mientras se acercaba a mi... me senté en la esquina de la cama y le besé el vientre a la vez que trataba desesperadamente de quitarle los pantalones... en unos instantes estábamos desnudos y vaya que excitados!!!... me pareció muy divertida la idea de estar mintiéndole a su madre para poder coger a gusto... me sentí una adolescente nuevamente, tuvimos sexo silencioso... era excitante hacerlo mientras su madre estaba en la otra habitación... tal situación me puso bastante, que el volumen de mis suspiros aumentaba...su mano me cubría la boca para que no pudiera externar mi placer... en un momento sentí que el aliento se me iba, un cosquilleo en las piernas, una cálida sensación en mis genitales... sentí que el corazón se me salía del pecho... efectivamente, aquello fue un gran orgasmo!!! y yo sin poder gritar, lo único que pude hacer fue morder la palma de su mano... de pronto me regresó el favor y me mordió el hombro justo en el momento que se venía... quedamos tumbados en la cama, fue el sexo expres más delicioso de mi vida, al recobrar el aliento nos vestimos a toda prisa sin siquiera limpiarnos, unos minutos más tarde salimos de la habitación, era momento de irnos... me despedí de su madre y ella dijo:-Mira nada más que pinta traes... ves lo que pasa cuando comes en la calle- nos miramos con complicidad y una ligera sonrisa nos pinto las caras, creo que me estoy enamorando de este hombre!!... volví a mi hogar.
En la noche me ha llamado y me dijo que su madre me ha adorado!!! creo que es mi expresión de perro atropellado lo que compra a todas las mamás, que se sienten tranquilas al saber que sus hijos están con una buena mujer, pobres no saben que soy una hominivorax!!!

domingo, noviembre 19, 2006

sólo un instante.

Quédate ahí sólo un instante más, permíteme recordarte así entre las sombras, permíteme observar una vez más esa tu hermosa presencia. Quédate ahí parado un momento mientras dibujo tu silueta roja con este hilo de sangre...
Ahora hacia la izquierda, muévete un poco a la izquierda, permite que la luz ilumine ese tu verdadero rostro, ese que nunca mostraste, ese que roba vidas y arranca pasiones.
Quédate ahí parado un instante, finge que me tocas y devórame en el acto... alimentate de carne cruda: vívora!, rómpeme los huesos en mil pedazos, arráncame la sonrisa y la memoria, pinta esas blancas paredes con mi sangre azul, junta mis dientes y fabrica un collar, quema las páginas blancas de nuestro pasado, haz confetí con mi ropa; no permitas que nada quede de mi.
Mírame y no me olvides, no olvides que la última vez fue aquí, mientras parado bajo las sombras me obedecias.

lunes, noviembre 06, 2006

voglio spezzarti il cuore

Llegué puntual, tal como lo prometí, tu cuerpo ansiaba que llegara el momento, más el mío no, me llevaste a tu refugio ansiosa por lo que vendría, mi mente sólo pensaba en terminarlo... me besaste ¡maldita puta!, y la parte sádica que tenía guardada salió, te tomé por la cintura y te arroje hacia la cama como un objeto cualquiera, tu cara era de susto, y la mía de satisfacción, comencé insultándote y haciéndote notar el despreció que has provocado en mí, seguí con los golpes en tu delicado rostro, y los terminé en tus nalgas, gritabas y llorabas, intentando consolarte te dije que era parte de un juego, el propósito de éste sólo era hacerte sentir con dolor físico lo que tú me habías hecho sentir en el alma.

Un rato más tarde pudiste disfrutarlo, pero yo ya no, entonces tuve que utilizar un recurso extra... cuando logré tocar el cielo no fue gracias a ti, agradécele a ella, sabes a quien, estaba penetrando tu cuerpo, pero mi mente penetraba el de ella.

Te encuentras recostada frente a mi desnuda hasta el alma, con la cara de satisfacción después de todo lo que te hice sentir hace unos momentos, me miras y preguntas si sentí lo mismo, la verdad no bebe, me has hecho la persona más miserable del mundo porque no pude amarte como quise, porque tú nunca me amaste.

Al mirar hacia el techo mi mente comienza a recordar todos esos momentos en los que estuvimos juntos, en los que jurabas amarme y hacías que mi vida tuviera sentido, o por lo menos así es como lo entendía, tal vez tus intenciones nunca fueron esas, tal vez lo único que querías era pasar un buen rato y ya.

Pero las cosas cambian amor mío porque ahora lo único que disfruto a tu lado son los momentos en los que nuestras pieles entran en contacto, y eso no es nada bueno para mi, porque me molesta que ya no pueda haber amor entre nosotros, más bien se transformo en un “amor de verano” (you know what I mean) , porque en lo único que se han centrado mis pensamientos es en hacerte daño, porque quiero que sufras tanto o más de lo que yo lo he hecho.
Ahora vuelvo a mirarte y sigues ahí recostada con esa misma expresión y nuevamente empiezo a analizarte y he llegado a la conclusión de que no eres nada, nunca lo fuiste , el único calificativo que puedo darte es el de mi “puta personal”, me gusta por ahora, pero no te lo tomes tan enserio porque un día llegaras a aburrirme y te botaré , y lo único que quedará será un espacio en tu cama.


** para memo, (es ese??).

jueves, agosto 04, 2005

el sueño

1: -en un mercado un hombre alto me perseguía desnudo con el pene erecto... corrí y corrí, pero al final me alcanzo, se que era un sueño pero me dolió mucho lo que me hizo-
2: -y qué te hizo?-
1: -me dejó-



**sorry!... guillermo y mara, quería escribir una historia larga sobre ésto, pero me ha dado fastidio mental, memo te prometí una historia puerca y la tendrás... lo juro, sólo dame tiempo para encontrarla. besos