sábado, enero 14, 2006

solas.

Estaba lavando la ropa de mi madre, sola sin más ruido que el de la grabadora tocando alguna música por ahí, cantaba y de vez en vez bailaba. Me dio sed y fui a la cocina a beber un poco de jugo; volví a lo que estaba haciendo cuando de repente escuche que la puerta se cerraba, sinceramente me asuste y fui a investigar que es lo que era, pero no había nada, intentando convencerme de ello, volví a donde estaba y con una sonrisa fingida me dije: -Qué estúpida!- y bajé la mirada para ver lo que hacía.
Ya casi acababa y estaba muy feliz por eso, tomé el jabón desde la ventana para no entrar por él y volví a escuchar ruidos, está vez si estaba muy asustada y no quise asomarme, me quede parada sin hacer ruido cuando ví quien era, estaba parada en la ventana observándome: -¿qué haces aquí?, pensé que había sido muy clara cuando dije que no volvieras- le dije en extremo molesta, ella lloraba mucho no se porque, pero no provocó ningún sentimiento fuera de la molestía, así que ni le pregunté, ella me miraba e intentaba alcanzarme con el brazo, pero siempre la evadía porque sí me tocaba aquello volvería a ser lo de antes...
Me había acostumbrado ya a estar sola y pensé que ella estaría igual, pero no fue así porque volvío, yo no la quiero aquí hoy ni nunca, me ha lastimado mucho. Apenas empiezo a disfrutar la vida aunque tenga problemas, no quiero que vuelva porque ella me enseño que la vida no vale, que nadie vale que yo no valgo, me enseño a llorar y a gritar tan fuerte como lo hago, me enseño que a golpes algunos entienden, me enseño que el amor no existe que es sufrimiento constante, con ella aprendí el significado de la palabra traición, ella es todo lo malo del mundo y ahora vuelve a fastidiarme la vida, ya no lo quiero... quiero que sea como antes, quiero estar sola y que ella lo esté también.
Le he cerrado la puerta de entrada a Jacqueline, la del lado B.

1 comentario:

Kaleidoscopico dijo...

que nomás venga de visita, dile.