viernes, enero 27, 2006

negrito.

He querido evitar el tema, me siento molesta (muy) a la vez que triste (muy), e insisto: la mayor parte de las personas deberían de morir de la misma forma en que matan... o peor.
El sábado pasado me enteré que mi (ex) perro negro se había ido de su casa, mi tía (su nueva dueña) dijo que no se preocupaba porque siempre regresaba, y así pasó el fin. El lunes, mientras estaba con mi querido josu recibí una llamada de esa tía quien preguntaba por mi madre: -oye, qué se perdió el negro?- pregunté, se quedó callada un microrato y dijo:- ya lo encontramos- eso me dió mucho gusto y una sonrisita se dibujó en mi rostro, pero no duró mucho porque agregó: - me lo mataron- y contó llorando como lo había encontrado y lo demás - que hijos de puta!!!- le dije molesta... dijimos algunas cosas más y le pedí que estuviera tranquila, en cuanto colgué le conté a este amigo mío y dijo: - deberías de estar acostumbrada, jacque- o algo así dándome a entender que la gente es una mierda y que le vale madres atacar a un pobre perro viejo. No puedo acostumbrarme, con él van 2 perros que mueren injustamente víctimas de algún hijo de puta que no tiene sentimientos... quisiera tener dos vidas en mi consciencia: la del cabrón que atropelló a mi lety y la de ese hijo de puta que apuñaló a mi negro, pero no puedo, no los conozco siquiera. Que se jodan!.

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