lunes, octubre 05, 2009

Hedonista


El espejo frío reflejaba el oscuro rostro de un hombre sucio... que secretaba lágrimas, sudor y  saliva. A través de él emanaban sentimientos sólidos que apestaban, una desagradable mezcla de lágrimas, sudor y saliva con un toque de semén, esmegma, serumen y sangre... su sangre y la de otros más.

El espejo miraba atento el rostro del asesino, del ser sucio y despreciable que hedia... el espejo no comprendía sus motivos... sentía impotencia de no poder romperse para no verlo más, para no cargar más en su capa reflejante las náuseas.

El sucio mientras se regocijaba como un inocente cachorrito, cabrón de la mierda!!! Afuera en el cuarto, una de sus víctimas se encontraba tirada en la cama... apenas agonizaba con el cuello chupado y las tetas desgraciadas... pobre imbécil llegó a él creyéndose única esperando amor sincero y eterno, ahora que lo pienso me enferma su actitud, recibió lo que merecía, ser sodomisada y torturada hasta la agonía.

El sucio hedonista no cabía en sí mismo de la satisfacción, concluyendo que unos nacen cazadores y los pobres desgraciados  presas. Su naturaleza humana le permitía a sí mismo expresarse y encontrarse... sentía tanto placer al enamorar a jovencitas ingenuas así como decir "cuchara" en repetidas ocasiones. Bueno pensándolo bien el sucio con un baño quedaba más que bien y sus sentimientos son sólo parte de la ley del más fuerte... ahora quiero ser cómo él.


** sí, es idiota... So what? tengo sueño y es mi blog y puedo poner cuanta pendejada me venga a la mente!!!


4 comentarios:

Francisco Palacios dijo...

Pues debes comenzar a repetir la palabra cuchara.

Minoentender del todo, ¿osea que al asesino ese le gustaba contemplarse en los espejos mientras sodomisaba a sus víctimas? ¿Todo el teatrito resulto ser un acto "normal" de la naturaleza (por aquello de la ley del mas fuerte)?

En fin, que esa es una de las bondades de la literatura, la interpretación de parte del lector.

Saludos

JACQUEL (antes wrutuu88uu) dijo...

cuchara, cuchara, cuchara, cuchara.... puta, está escribirlo me resulta complicado XD

yoexplicar: le gustaba mirarse para a sí mismo justificar sus actos y lo hacía durante y después, pero no siempre las sodomisaba, sólo a esa pendeja ingenua... el teatrito resultó ser un acto normal de SU naturaleza... o al menos eso es lo que entendí, como dices: una de las bondades de la literatura es la interpretación por parte del lector.

Saludos de vuelta :D

Francisco Palacios dijo...

Por cierto, se me pasaba comentar que este cuento me recordó "Farabeuf" de Salvador Elizondo, ¿ya lo leyo? Es una buena recomendación si es que no lo ha hecho.

JACQUEL (antes wrutuu88uu) dijo...

Salvador Elizondo, es la onda... pero ese libro precisamente no lo he leído, gracias por la recomendación.

Saludos