miércoles, diciembre 16, 2009

Me gusta sentirme útil e importante cuando voy sola por la calle caminando con un destino bien fijado; hoy era una farmacia. Creo que me levanté muy tarde y el tiempo me estaba comiendo, mientras caminaba contaba pasos que eran inversamente proporcionales a mi disponibilidad... -¿y sí corro?- me preguntaba mientras el hombrecito de luces anunciaba que contaba con 15 segundos para estar del otro lado de la avenida, los autos pasaban dejandome atrás, elevando de manera coqueta mi cabello largo y negro -¿y sí mejor sí corro?- volví a preguntarme estúpidamente mientras seguía con mis lentos pasos 3..2...1.. y no llegué. Me quedé parada en la esquina recargada como puta que busca impacientemente cliente, miraba de un lado a otro buscando en que entretenerme - Buenas tardes doctora, que le vaya bien- me decía Doña Anita a quien  no había visto cruzar por delante de mi, ya cuando iba muy lejos reaccioné y le grité: -Graaaciaaaasss!!!-  y nuevamente el hombre de luces me daba una otra oportunidad para cruzar 45...44..43..42....

De vuelta caminaba escuchando a Ides of march y su "vehicle" y pensé una vez más que cuando tenga mi primer auto, esa será la primera canción que escucharé, porque es bien divertida.. y ya. Luego me detuve a comprar un licuado de fresa porque soy bien buena onda y merezco de vez en diario apapacharme y esta tarde de dolores de cabeza y cuerpo cortado merecía un delicioso licuado. Miraba atenta a la señora que con mucha dedicación y amor preparaba mi pedido: -Normal de azúcar seño?- me dijo y yo asentí con la cabeza mientras seguía admirandome de lo bonitas de sus manos pequeñas y morenas. Ya con mi bolsa llena de líquido me dispuse a volver y otra mujer se cruzó en mi camino, era a la que le llaman "Caguama" que nunca se casó y que no le cae bien a nadie y nadie le cae bien a ella, está vez iba cargando de mala gana una mochila en sus hombros, pensé que era muy mayor y muy femenina como para usar semejante cosa, pero milésimas de segundo después pude ver que la mochila pertenecía a un niño grosero quién la apuraba y le ponía mala cara y fue entonces cuando recordé cierta película que iba de la vida de cierto señor con agorafobia y claustrofilia que nada tiene que ver con la Caguama... más bien los relacionaba por aquello de la aceptación y goce de su situación y que pese a que las demás personas pudieran creer que su estilo de vida es anormal, para ellos es la onda... entonces mi eterna abulía empezó a llamarme y a hacerme sentir mal.... y ya se me hizo tardísimo... nos vemos otro día amiguito, mil besos.



..."Great god in heaven, you know I love you"

2 comentarios:

Francisco Palacios dijo...

Ahora sí no entendí. ¿Existe alguna relación entre ser una farmacia ambulante y la abulía?

Minoentender

jacquel dijo...

ok, ya me declaré abiertamente adicta a la cafeína... pero de eso a ser una farmacia ambulante!!!! hasta para mí es mucho.

Creo que andabas confundido, distraído, enamorado, qué se yo!!... nunca pretendí hacer tal comparación, ni siquiera iba por ahí la cosa... sólo pretendía contar mi día iniciando con el trayecto a la farmacia y al final mi eterna abulía me hizo perder el interés por lo que hacía-pensaba y ya...

Minoentenderte. Un beso