domingo, noviembre 19, 2006

sólo un instante.

Quédate ahí sólo un instante más, permíteme recordarte así entre las sombras, permíteme observar una vez más esa tu hermosa presencia. Quédate ahí parado un momento mientras dibujo tu silueta roja con este hilo de sangre...
Ahora hacia la izquierda, muévete un poco a la izquierda, permite que la luz ilumine ese tu verdadero rostro, ese que nunca mostraste, ese que roba vidas y arranca pasiones.
Quédate ahí parado un instante, finge que me tocas y devórame en el acto... alimentate de carne cruda: vívora!, rómpeme los huesos en mil pedazos, arráncame la sonrisa y la memoria, pinta esas blancas paredes con mi sangre azul, junta mis dientes y fabrica un collar, quema las páginas blancas de nuestro pasado, haz confetí con mi ropa; no permitas que nada quede de mi.
Mírame y no me olvides, no olvides que la última vez fue aquí, mientras parado bajo las sombras me obedecias.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Trágicooo!!! Me gusta esa historia de amor apache, el le expresa ese extraño amor "haciendole daño", por que ella se lo pide. Ella no tendría derecho a quejarse si alguna vez lo hiciera.

Los humanos somos trágicos por naturaleza jeje, dicen que perdemos la cabeza ante lo volatil, lo exótico, lo seguro se vuelve rutinario....gris.
Bueno...es una estupidez mi comentario jajA!

Anónimo dijo...

EXijo comentarios sustanciosos en mi bLOGGGGGGGGGGGG!!!!!!!!!!!!! JAJAJAAJAJA

Osiris C. López dijo...

¿quien es cruel en esta historia?, ambos creo.
¿ quien es mas cruel entonces?,
tu eres cruel,y eres victima.