sábado, abril 18, 2009

Baratijas

Antes vivía económicamente mejor que ahora, así que nunca tuve la necesidad de comprar cosas "baratitas", siempre quería y tenía de lo mejor. Pero un día esas comodidades cambiaron y por casualidad mientras iba al centro a ver a J me topé con una de esas fabulosas tienditas de "todo a 3 pesos", sentí mucha curiosidad y entré... me sentía como en el cielo de ver tantas cosas inútiles y baratas, así que compré un montón de ellas y retomé el camino que llevaba, al salir de ese lugar sentí pena por lo que pensarían los demás así que caminé más rápido hasta que llegué a donde debía.
Desde ese día volví a esas tiendas miles de veces, gastando pocos pesos y adquiriendo cosas inútiles chinas de 3 pesos cada una, aunque nunca supe por que lo hacía, cada una de esas veces volvía a mi hogar y tiraba muchas de esas cosas, otras se las daba a mi perra para que las destruyera y las que sobrevivían las guardaba en un cajón que poco a poco fue llenándose de pendejadas... hasta que una señora lo limpió y tiro gran parte de ellas.
Sé que esas cosas no tienen ningún valor para mi, pero me gusta la sensación de estar metida en ese lugar observando y sintiéndome interesante, aunque esté segura de que no son tesoros... que podrían llegar a serlos en caso de que hubieran sido fabricados con mejores materiales o un poquito de esmero, pero no es así... siempre he sido una corazón de pollo y no podía ver al chinito vendedor a sus hendidos ojos y decirle: -lo que vendes son chingaderas que nadie apreciará después de salir de aquí- creía que le hacía un favor al mostrar una cara de alegría al estar en su local, él era realmente feliz de verme ahí comprando, gastando muy poco dinero en nada, al fin de cuentas ese dinero se hubiera podido ir en cualquier otra tontería... tal vez con el mendigo que está fuera del metro, o con el limpia parabrisas del crucero hacia mi hogar... o en el peor de los casos se me hubiera ido al caño por un descuido al sacar los billetes importantes...
Cuando me encontré en la situación de verme limitada en dinero decidí firmemente no volver a tirar mi dinero por poco que fuera, me ha dolido despedirme en silencio del chinito vendedor que no vende, pero es mejor... así tendré oportunidad de juntar esos poquitos pesos desperdiciados y guardarlos hasta que me alcance para algo que valga la pena, algo que pueda usar frente a todos sin temor de ser criticada o de emputarme cuando se rompiera... lo siento.
Como ya dije fue realmente doloroso, pero lo superé media hora después... así es siempre no?, y por el pobre chino ni me preocupo, se que pronto encontrará a otra ingenua compradora como yo... otra que aparente como yo, porque es bien sabido por el mundo que esas madres no sirven; son sólo un desahogo en tiempos de crisis en donde puedes sentirte bien con ese espiritu consumista sin perder mucho... a ver que pasa luego.

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