viajando

mientras pensaba que hacer con el tiempo libre que tenía caminaba sin rumbo conscientemente, aunque inconscientemente sabía a donde quería ir. después de un rato llegué al sendero dorado por el cual habíamos caminado juntos en algunas veces tiempo atrás. se veía distinto, será que lo veía mágico por que así eran mis días?, no lo se, pero realmente era diferente. al fondo se veía nuestro árbol con sus grandes y fuertes ramas deshojadas; estaba cansada así que decidí sentarme un momento bajo su sombra. el tiempo seguía siendo mucho y mis ocupaciones pocas, por ello creí que era bueno dormir un poco. cuando desperté el cielo rojo del atardecer me decía que era tarde ya, por lo tanto tenía que irme, me levanté y tomé mis cosas, miré una vez más la marca que habíamos puesto en nuestro árbol y volví la espalda a él. caminaba de mala gana nuevamente a mi punto de salida cuando de repente escuché una voz que decía: -no te vayas... hey tú chica!, no te vayas- me detuve para mirar quién era, pero por más que examiné el lugar jamás encontré a alguienmás. seguí mi camino, pero más tarde esa misma voz decía lo mismo: - no te vayas- realmente me asusté y grité:- no juegues conmigo, tengo un arma y no dudaré en usarla, déjame en paz!- corrí lo más rápido que pude sin importarme que había tirado mis cosas atrás cuando me detuve, no me importó aquello, lo único que importaba en ese momento era mi vida. cuando sentí que me había alejado lo suficiente me detuve para tomar un poco de aire, jadeaba como un perro y el pecho me dolía mucho, recagué mis manos en las rodillas e intentaba tomar algo de aire, pero nuevamente la voz aquella me decía:- no te vayas- el corazón comenzó a acelerar su latir, unas frías lágrimas corrieron por mis mejillas:-no es un juego, por favor déjame!- y ví como de mi pecho salía una mujercita parecida a mi, quién me pedía me quedara con ella, caí al piso... y es todo lo que recuerdo; cuando reaccioné miré a mi madré con ese vestido negro que tanto odiaba y lloraba, mi hermano estaba abrazado a mi abuelo y ambos lloraban también, mis pocas amistades estaban ahí hablando entre ellos, toda mi familia estaba reunida al rededor mío, y yo... yo estaba recostada en un ataúd morado de terciopelo, tal como lo deseaba, pero qué hacía yo en un ataúd?:- NO ESTOY MUERTA-, quise gritarlo pero no podía, mi cuerpo inherte no podía moverse quién realmente me veía era mi alma, debe de ser un sueño!, debe de ser una horrible pesadilla!, -DESPIERTA!, por favor despierta- no pude hacerlo, no puedo hacerlo.. el aire se me acaba y no puedo despertar, nadie escucha mi grito desesperado.. se que voy a morir, yo misma me he matado... heaven, I´m in heaven!