sábado, diciembre 09, 2006

Estuve a unos segundos de gritarle en la cara: -déjame hijo de perra- (he prometido no llamar puta a su madre) y echarme a correr mientras las lágrimas me brotaban... no lo hice, ni lo haré.
Estuve a unos segundos de tirarme de aquel puente viejo sólo para darte una lección: CONMIGO NADIE JUEGA, tampoco lo hice, mi vida vale más que las enseñanzas que puedas recibir.
Hoy he estado apunto de llamarte y pedirte que vuelvas... lo pensé mucho mientras caminaba por Reforma, quería ir corriendo a buscarte y decirte que hay una linda exposición de bancas, quería pedirte que fueras conmigo para tirarnos en ellas y ver pasar la vida viendo carros... tampoco lo hice, en vez de eso he decidido casarme en la playa próximamente, lo siento lo único que puedo hacer es invitarte: -¿quieres ir?-

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jaqueline, es peligroso ser perseguido por la nostalgia del pasado.
El tiempo es implacable y solo supone dos posibilidades: Que la situación mejore, o empeore.
Yo diría que algo empeora si la mentalidad y las actitudes se quedan estáticas, alienadas.

Que bueno que te invites a construir el futuro y tomar determinaciones para generarlo.

Es buena señal
Bytex

Anónimo dijo...

ojala te hubieras aventado por el puente