miércoles, octubre 18, 2006

Desde que era niña salía por las noches al parque, jugaba sola... siempre en el columpio de arriba a abajo, toda la noche y todos los días, tanto que llegó el momento en el que su sombra se quedó grabada en la nada.
Cuando cumplió 12 no pudo ir más a aquel parque... había sido secuestrada por sus padres (los verdaderos) y la encerraron en un circo... puede que sea divertido, despuès de todo a los niños les gusta el circo... pero a ella no, era como vivir todos los días el mismo...
Nunca dormía, siempre estaba atenta a todo, a la noche sobre todo... pensaba en la sombra que había dejado en aquel parque y la sombra también pensaba en ella... se buscaban la una a la otra siempre con la esperanza de encontrarse... eso nunca pasó.
Pasaron los años, tal vez 10 o 15 o 600, y ella seguía infeliz, lo único que la mantenía viva era subirse al trapecio, esa cosa que le recordaba a su parque, era parecido, sólo que estaba más cerca del cielo. Por cierto ella no quería ir al cielo.
Todos los días se subía y practicaba, imaginaba que volaba y deseaba perderse un día en alguno de sus actos. Tal vez algún día pasaría.
(...... historia larga).
Un día mientras subía las escaleras para llegar al trapecio, pensó que ese sería un acto único... ella era la estrella del circo, su público lo merecía. Vestía con un traje pequeño y ajustado, con muchas luces y colores maravillosos, de sus brazos colgaban dos cintas negras que le daban un toque de elegancia al acto, su rostro era pálido, todo lo contrario al traje, su corazón era negro y su carácter feo, estaba amargada... subía y subía y el público sólo la veía, muchas de las niñas soñaban con un día ser tan bellas y talentosas como la loca trapecista.
Cuando estuvo arriba, las luces se apagaron, sólo una pequeña luz circular la alumbraba, el payaso lider la anunciaba: -señoras y señores, niños y niñas... miren al cielo, que un ángel nos visita...- y algo así gritaba... ella no pensaba, sólo actuaba.
Se trepó al trapecio y del otro lado su compañero la esperaba, estaba atento esperando la señal para sostenerla y hacer otro exitoso acto... sólo que esa vez la señal no llegó. De pronto todo se paralizó, los niños ya no gritaban, el payaso ya no alardeaba, su compañero se detuvo en el aire... la mujer se había soltado del trapecio.
Cayó poco a poco girando en el aire, sonriéndo... esperaba morir. Su cuerpo cayó al piso y enseguida la sangre brotó... sus ojos quedaron abiertos y de su boca tendía un pequeño hilo de sangre, un brazo se safó, pero eso ya no importaba, ya no sintió dolor... su alma se desprendió y hulló hasta el parque en donde esperaba encontrar a su sombra.
Su sombra no estaba más en el parque, la había encontrado justo esa noche en que decidió quitarse la vida... ahora el alma está en el parque y la sombra se convirtió en el acto principal, se columpia de un lado al otro, toda la noche y todos los días, sólo que ya no hay audiencia... y así hasta la eternidad.

2 comentarios:

Kaleidoscopico dijo...

por dios!, es tan tétrico, me encanta!

y me asusta!

JACQUEL (antes wrutuu88uu) dijo...

gracias... saludos hasta morelia.