La tarde y la lluvia no me gustan en el mismo contexto.... la noche, la lluvia, el frío, las náuseas, la falta de transporte público y agregados, menos.
No comprendo como funciona este lugar; la mayor parte de la semana me paso la mayor parte del día encerrada en un universo en donde sólo existen las enfermedades, los medicamentos, los cuidados médicos, la coquetería barata, buena comida, muerte, algunos milagros (bueno, no tan así) y mierda... ese tiempo la gente no existe para mi, son sólo compañeros eventuales en la combi tan efímeros como el viento. Pero el sábado por la noche tengo que volver a la vida real en donde la lluvia y la oscuridad confabulan para hacerme sentir miserable. Así pues me encontraba este sábado por la noche en una esquina (cual vil puta) esperando el transporte que me llevaría a otro transporte limpio y veloz al que llamaré "suburbano". Las cortinas de los negocios de la zona se habían bajado ya y los maleantes comenzaban a salir de las alcantarillas, por ahí escuché a alguno gritar : -Doctora, cúrame este!!!- preferí no mirarlo, así que me quedé con la idea de que por "este" se refería al corazón, no? en fin, estuve más de media hora bajo un techito intentanto esconderme de la lluvia que alcanzó a mojarme los pies, esperando al puto transporte que me llevaría al suburbano y como éste nunca llegó, decidí irme en el primero que pasó que me llevó hasta el metro: PÉSIMA IDEA!!! tardó muchísimo para llegar, bueno ahí comenzó la molestía por el frío, por la compañía, por la incomodidad y por el trayecto en sí, total que después de mucho llegué al metro... ahí ví tantas cosas que por algunos instantes me detenía a observar y analizar esas circunstancias, tales como el niño de ocho años (aprox.) que no llevaba algo para abrigarlo y que estaba vendiendo tamales en las escaleras del metro en un sábado lluvioso como a las 10:30 p.m., unos pasos después una bola de niñitos pendejos hasta su madre de pachecos (marihuanos, motos, intoxicados por la canabis, etc.), a la izquierda la típica "maría" joven con un chamaco pegado a la teta mientras extendía la mano para pedir limosna, mujeres que caminaban con las caras pálidas y ojerosas después de una chinga por la larga y tediosa jornada de trabajo (me incluyo en ese grupo), muchachos bien vestidos que iban de fiesta.... ¿Cómo es posible tanta diversidad y tanta injusticia en una sola estación del metro?, de verdad algunas veces no comprendo cómo funciona este mundo, dicen por ahí que en "equilibrio" a algunos les toca estar arriba y el resto se (nos) chingan.
Dentro de la estación como tal me encontraba esperando el tren que tardo muchísimo también y la gente llegaba y se aglomeraba, se empujaban como sí estar 2 cm más adelante les garantizara algo. A estas alturas yo ya andaba con actitud de "mecagoentodo", bebía mi cafecito para bajarme el estrés y de vez en vez cantaba alguna estrofa de la canción que sonaba, de pronto me vino a la nariz un delicioso aroma que me bailoteaba hasta el paladar, ¿Qué será? me preguntaba mientras mi disco duro se ponía a trabajar tratando de descifrarlo, de pronto en un destello maravilloso me dije: CHAW FAN!!!, lo cagado fue cuando descubrí que el aroma provenía de una familia de chinitos que estaban detrás de mi, justo cuando en mi hermoso rostro se formaba una sonrisita el tren llegó, ME CAGA la puta gente cuando se amontona antes de que se detenga el puto tren y que me empujen ME CAGA que tengan contacto conmigo, en fin. Para mi suerte la puerta quedo en un costado mío, entre empujones y codazos fuí la primera en entrar, pero la mamá chinita se lanzó contra un asiento y ocupaba con su bolsa otro, con la mano libre que le quedaba trato de ponerla en el que había elegido para posar mi escaso trasero, se molestó mucho que hasta los hendidos ojitos se le redondearon jaja!!!, en cualquier otra ocasión no me hubiera molestado quedarme parada y cederle mi asiento al huevon de su joven hijo (supongo) chinito, pero este día ODIABA a todos en mi camino así que me hice la desentendida y me quedé ahí. El metro iba lentísimo por la lluvía, el olor que en un principio me parecía agradable estaba provocándome náuseas y el pinche niñito chinito que no se callaba me provocaba jaqueca y ya no tenía café. Recordé que en la mochila traía unos minimamuts que no dude en buscar para tragarme uno y ver sí el exceso de chocolate y carbohidratos me ayudaban un poquito. El niño chinito me miraba con envidia por mi chocolate y yo buena onda saqué otro de la mochila y se lo ofrecí, la mamá Chaw fan me dijo con suma molestía: -No, glacias... niño no quelel!!!- PENDEJA pensé, tal vez pensó que eran DROGAS, voy de acuerdo cuando un señor que mantiene la mano dentro del pantalón te los ofrece, pero en este caso era yo toda bondad vestida de blanco con carita triste y ojitos de borrego, ¿Cómo alguien podría rechazarme? (pero pasa... jaja {chiste privado}).
Ay, ya me aburrio mi chafi-anecdota del día.
CONCLUSIONES; Estuve de mal humor, me caga la gente, jamás me vuelvo a ir por el metro sí tengo como opción el suburbano. Un beso amiguito, hasta otra.
*** Uju!!! ya comenzó el horario de verano y no son las 2:12 a.m., apenas es la 1:12 a.m.
2 comentarios:
Esa cosa llamada Ciudad de México y zona conurbada es una verdadera mentada de madre para sus transeuntes, en lo personal me tomo mis buenas dosis de valemadrina y dharma cuando ocupo el transporte público (osea a diario) pues procuro conservar entero mi hígado. Uno puede compensar todos los contras de vivir aquí con el simple hecho de tener la oferta cultural y de esparcimiento que se tiene.Bueno, a mi me funciona.
Técnicamente no pudiste vivir la 1 am el día de ayer dos veces pues el horario entra hasta las 3 am, siendo la hora repetida la de las 2 am. Tecnicismos, pequeñeces, uno en realidad puede repetirse en el momento en que uno quiera aunque no sea oficial para el gobierno.
Adoro mi ciudad con sus calles, luces, comodidades, cultura y diversión, pero me caga que tenga tantísima gente!!! y no tengo tanta diplomacia ni buena vibra como la tuya por lo que no puedo contener mi rabia... en fin.
Sí viví 2 veces la 1 a.m., pues mientras escribía el reloj de la compu marcaba como la 1:50 (aprox) y de pronto miré el del cel y me decía que eran las 2 y algo, al volver a la compu resulta que era la 1 otra vez... creéme
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