sábado, septiembre 19, 2009

Gracias por el fin de la agonía.


Un hombre más se fue ayer, aunque murió hace algunos días cuando dejó de hablar, dejó de moverse y de percatarse del dolor. Las mujeres se reunieron al rededor de él en su lecho de muerte, lo prepararon para cruzar... una le dió una vela para que alumbrara su camino, otra una manta por sí tuviera frío... una le cantó al oído para que se llevara la dulce melodía en su recuerdo, otra le dió una bofetada para que recordara siempre lo doloroso de vivir en este mundo y que nunca decidiera regresar, otra lo beso para así llevarse su último aliento... así pues, bien preparado para el nuevo camino se ha ido.

Afuera las parcas celebraban su victoria, Átropos mostraba a todos los presentes sus doradas tijeras... dándonos la señal para el comienzo del rito... las caras de los mayores se hicieron largas y pálidas como sí sintiesen empatía con el que se fue... la noche nos prestó un poco de su manto que cubría la cabeza de las ancianas y el corazón de los hombres. Las flores calleron por todos lados mientras abrían paso al ataúd de madera café que pretendía entrar a recoger el cuerpo inerte que yacía pálido y frío... los niños afuera jugaban desentendidos de la situación, el resto nos limitamos a contemplar y respetar su momento.

Así es como otro hombre más ha firmado el termino de sus días aquí y después de tanta espera pudo partir... no como quisiera, pero por fin!.

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