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Me encontraba caminando a lo largo del sendero dorado por el cual había pasado algunas veces contigo; el camino se me hacía cada vez más largo, todo era tan diferente a como lo había visto antes: los árboles parecían haber mudado de corteza (y también de situación), el pasto se había quemado ya por la exposición diaria al señor sol, no había más vida por ahí, sólo yo conmigo misma... más adelante los hombres desnudos se manifestaban ante los hombres de gris que para nada les hacían caso, caminé y caminé hasta llegar al bosque triste que había perdido toda su magia y habitantes... decidí quedarme ahí por un tiempo, así que visite a nuestro viejo árbol; lo miré a lo lejos y se veía tan triste, tan solo, tan patético... tan como yo. Me senté bajo su sombra y miré hacía el cielo; se veía gris era señal clara de que llovería, y con las ganas de agua que tenía!!!, es que por la tarde me comí unos platanitos con leche condensada y se me pegotearon los dedos diuuugh!!!, me cansé de esperar y acertadamente decidí regresar... tenía la esperanza de encontrarme con tu sombra y volver a platicar mientras rellenabámos las luces en el asfalto, ya no hay luz, ya no hay nada!!!!

Al volver a la realidad he descubierto que la vida es realmente bella de este lado de la calle, acá no hay sombras, hay gente real.... gente que se expresa y ya tengo flojera... en resumidas cuentas, ya no volveré a caminar por ahí, es estúpido y aburrido.

**La escalera fue creada en mi hogar