el esporádico: Cuasi, el guapo y Jacque.

Con esto de la contingencia por la influenza humana (ya es un error llamarla influenza porcina) he estado recluída en mi hogar, haciéndo labores de chacha: en la mañana lavo los trastes, tiendo mi cama, algunas veces la de mi mamá... por la tardecita voy al mercado y a las tortillas para hacer las compras para preparar la comida, algunas veces viene vik de visita y salimos... en fin, mañana vuelvo a la escuela después de 10 días de vacaciones forzadas y a mi madre se le ocurrió mandarme a comprar el alimento para mis perros, es uno especial para su raza y condición (osea lo mismo, pero mucho más caro jeje!) entonces sólo lo conseguimos en clínicas o farmacias veterinarias, pero hay una en donde me hacen un superdescuento del 20% por ser estudiante de veterinaria y a la que sólo puedo ir los días que falto a la escuela porque tienen un horario que no se me acomoda... Me desperté más temprano que de costumbre para que me diera tiempo de ir por las croquetas y de atender mis compromisos por la tarde.

Cuando llegué a la farmacia estaba una vieja horrorosa con más adornos que la virgen de la básilica de Guadalupe queriéndo que a huevo le hicieran un descuento que no le correspondía ya que no era MVZ títulado ni estudiante de MVZ, pero es de esas pendejas a las que el spray que se ponen les ha quemado los sesos y ni manera de hacerla entender!!!... pasaron algo así como 10 minutos para que por fin me atendieran y resulta ser que no había ese que quería, así que molesta me retiré para encontrarme con vikito en donde habíamos quedado... caminé hacia la estación Xola del metrobus... milagrosamente tenía crédito en la tarjeta y no me preocupé por buscar moneditas para la recarga... Estando adentró había una viejita muy curiosa: era pequeñita, extradelgada, pálida y arrugada como pasa, traía consigo una maletota y usaba guantes de plástico holgaditos, supongo que su mano era muy delgadita ya cercana a la imagen que tendrá cuando muera y pasen unos meses en lo que se descompone y queda en huesitos jojo!!, bueno el punto es que ella se veía muy desesperada y se asomaba a cada rato... me daba una horrible sensación verla tan cerca de la línea entre la estación y la calle que mi mente voló e imagine que se caía y que justo en eso pasaba el metrobus y la aplastaba!!! que enferma... lo bueno es que nada pasó, despuecito pasó el metrobus y nos subimos muy contentitas....

Adentro no sé porque tuve un deseo imperativo de mirar hacia mi izquierda... y mis hermosos ojitos vieron a un muchachito alto, delgado, vestido como de traje o muy formal, me quedé un ratito contemplándolo y luego una bofetada de moral me llegó: - no mames, está muy chiquito- pensé porque aparentaba unos 18 años, así que mejor lo ignoré... dos estaciones después subió Cuasimodo con ropa de empleado de limpieza de alguna agencia, también lo miré... tenía una mirada inocente que me cautivo.

Cuasi advirtió también la presencia del guapo, lo miraba con gusto y de pronto pude ver como una modesta sonrisa se dibujo en su deformado rostro, tal vez por algún momento imaginó que él era como el guapo y que podía llamar la atención por su belleza exterior, porque no dudo que sea un buen hombre... De pronto sentí una mirada coqueta que se dirigía hacia mi... ¡Era el guapo! me sonrojé un poquito, pero quise ignorarlo porque si... jaja!! después por coincidencia entre una pausa en la canción que escuchaba y la plática del guapo pude escuchar algo que me dejó claro que no era ningún jovencito y que tal vez hasta era mayor que yo... al sentirme tranquila de que no era pedofíla pude entonces deleitar a mi pupila y lo miré de arriba hacia abajo sin hacer ningún tipo de escala; al llegar a los pies pude ver unos tenis mugrosones... no era ningún colegial, más bien era un moderno... Él a notar mi mirada mantuvo la suya un momentito, creo que giñó un ojito y luego me ignoró... Cuasi y yo también intercambiamos miradas, él bajó primero, una estación después el guapo y hasta la terminal yo... lo padrísimo del momento es que el viaje que normalmente me resulta tedioso se convirtió en uno magnifico en el que pude ignorar por completo al resto de los pasajeros y hacer una historia sólo de tres: Cuasi, el guapo y Jacque.