Ahí estaba todo el tiempo frente al espejo, mirándose en los ojos de otros intentando ser normal... ser muy bella: ya no habían cejas, el cuchillo le arrancó la grasa y la sonrisa... miles de pesos se habían ido en aquellas tiendas donde venden milagros para llevar.
Ahí estaba otra vez preguntando que cosa podía mejorar ahora; su cabello? era demasiado corto, su voz, más falsa no podía ser... todo el tiempo era lo mismo siempre al compararse descubría que otra era mejor en muchas cosas... ese martirio nunca terminaba.
Un día despertó siendo esa cosa que había deseado ser siempre... cuando se miró en el espejo descubrió unos ojos grandes, una nariz estilizada, cejas depiladas, una piel tersa sin manchas, boquita sexy, cuerpo perfecto... todo era maravilloso. Se puso poca ropa y salió a la calle deslumbrando a todos... no había persona alguna que no la mirara. Su perfume tan delicado se quedaba por todos lados... eso era lo que siempre había deseado; ser una mujer perfecta... para un hombre no perfecto.
Ahora que sabía que podía tenerlo sin duda no sabía que hacer con tanto poder, lo humillaría tal vez... camino y camino mientras planeaba su regreso triunfal, una cuadra antes tomo un poco de agua y se sentó en la banqueta mientras tomaba valor para enfrentarlo. Se levanto y trataba de ensayar un discurso: -no, no, no!!!- pensó y camino decidida sin pensar, cuando por fin hubo llegado se encontró con una espantosa sorpresa... aquella por la que había cambiado también era diferente y bonita... muy bonita, sólo pudo mirar el brillo de sus ojos y de pronto sus esperanzas se fueron a la mierda... junto a ellos estaba un espejo en el que se miro y se dio cuenta que no había cambiado en lo absoluto, seguía siendo la misma fea que hacía tiempo habían abandonado... pobre, lo peor del caso era que él seguía siendo tan imperfecto que daba miedo... así es la vida, nunca tiene un final feliz.
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