ayer en mi super fiesta de disfraces, jonathan, nos contaba (a mara y a mi) la historia del gato (de borges), y era más o menos así:
éste era un hombre tan solitario que imaginó que tenía un gato, lo alimentaba a diario, lo procuraba (en general, no me la se), pero un día también imaginó que atropellaban a su gato, (aquí mara decía: y lo mataron?-... -no-, contestaba jonathan), se puso muy triste, y su vecino al ver la tristeza de éste hombre le sugirió que imaginara que él había cuidado a su gato mientras lo tenía en su casa y que se lo había devuelto. desde entonces ese hombre solitario no le habla más a su vecino (para ver la versión original, busquen el texto de borges)... ahora viene la historia de jacqueline y su amor... UN GATO, éste gato obtuvo el título de "gato pardo" en el zoológico de chapultepec hace ya más de 3 años (igual y hasta 4), y hace más de 1 que él no está conmigo... hace más de 1 año que no soy feliz (en ese aspecto), él se fue, o más bien yo lo corrí. En mi imaginación creí que volvería igual que siempre, en mi imaginación aún lo tengo, pero la realidad es otra.
hace unos ayeres, él me visitaba todos los días con ese sexy andar que todos los gatos tienen y esa gracia que poseen por naturaleza, él y yo hacíamos paseos matutinos, vespertinos, nocturnos, incluso imaginarios... besamos nuestras bocas con gran amor, lamiamos nuestros cuellos, mordiámos nuestras lenguas, su maullido sonaba al mismo tiempo que mi grito de alegria... por las noches en mi imaginación volaba hacía su ventana en donde él me esperaba ansioso para pasar la noche conmigo... en la realidad soñaba con él y él conmigo... en mi imaginación (y la suya) vivíamos en otro planeta, nuestro planeta... en la realidad viviamos a 1/2 hora de camino... en nuestra imaginación hacíamos el amor todo el tiempo... en la realidad fueron sólo 3 veces en todos los días que estuvo conmigo, y eso fue porque nuestra relación niña-gato se basaba en otras cosas... ahora en la realidad no tengo más a ese gato, se fue y nunca volvera aunque así lo quisieramos... pero imagino a mi gran amor tal y como ese gato (que si fue mi gran amor) era, él me entendía y me quería... eso era muy importante.
imagino que el amor debe de ser como el que los gatos demuestran, sincero, desinteresado y en abundancia... extraño demasiado a ese gato, pero más extraño lo que era yo mientras estaba con el gato... ahora me he vuelto alergica a los gatos, pero no a él, aunque me da miedo verlo, temo no poder contener las ganas de pedirle que se quede una vez más... que sea la última, pero la definitiva.
éste era un hombre tan solitario que imaginó que tenía un gato, lo alimentaba a diario, lo procuraba (en general, no me la se), pero un día también imaginó que atropellaban a su gato, (aquí mara decía: y lo mataron?-... -no-, contestaba jonathan), se puso muy triste, y su vecino al ver la tristeza de éste hombre le sugirió que imaginara que él había cuidado a su gato mientras lo tenía en su casa y que se lo había devuelto. desde entonces ese hombre solitario no le habla más a su vecino (para ver la versión original, busquen el texto de borges)... ahora viene la historia de jacqueline y su amor... UN GATO, éste gato obtuvo el título de "gato pardo" en el zoológico de chapultepec hace ya más de 3 años (igual y hasta 4), y hace más de 1 que él no está conmigo... hace más de 1 año que no soy feliz (en ese aspecto), él se fue, o más bien yo lo corrí. En mi imaginación creí que volvería igual que siempre, en mi imaginación aún lo tengo, pero la realidad es otra.
hace unos ayeres, él me visitaba todos los días con ese sexy andar que todos los gatos tienen y esa gracia que poseen por naturaleza, él y yo hacíamos paseos matutinos, vespertinos, nocturnos, incluso imaginarios... besamos nuestras bocas con gran amor, lamiamos nuestros cuellos, mordiámos nuestras lenguas, su maullido sonaba al mismo tiempo que mi grito de alegria... por las noches en mi imaginación volaba hacía su ventana en donde él me esperaba ansioso para pasar la noche conmigo... en la realidad soñaba con él y él conmigo... en mi imaginación (y la suya) vivíamos en otro planeta, nuestro planeta... en la realidad viviamos a 1/2 hora de camino... en nuestra imaginación hacíamos el amor todo el tiempo... en la realidad fueron sólo 3 veces en todos los días que estuvo conmigo, y eso fue porque nuestra relación niña-gato se basaba en otras cosas... ahora en la realidad no tengo más a ese gato, se fue y nunca volvera aunque así lo quisieramos... pero imagino a mi gran amor tal y como ese gato (que si fue mi gran amor) era, él me entendía y me quería... eso era muy importante.
imagino que el amor debe de ser como el que los gatos demuestran, sincero, desinteresado y en abundancia... extraño demasiado a ese gato, pero más extraño lo que era yo mientras estaba con el gato... ahora me he vuelto alergica a los gatos, pero no a él, aunque me da miedo verlo, temo no poder contener las ganas de pedirle que se quede una vez más... que sea la última, pero la definitiva.
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