jueves, noviembre 04, 2010

Sobre como un cuento me hizo querer ser una mejor persona.

Estaba recostada sobre las piernas de mi novio mientras éste (fulano, je!) me leía "Texto en una libreta" de Córtazar.. al principio escuchaba cifras de personas que entraban y salian del subte de Buenos Aires, un tipo loco que alucinaba (bueno no) e investigaba el misterio de personas pálidas que viajaban por ese medio.

Trataba de imaginar lo que escuchaba, pero la biblioteca es tan maravillosa y tiene unos ventanales enormes (y qué decir de lo cómodos de sus sillones) que mi mente se salió de la historia y comenzó a centrarse en las nubes que veía por ahí... luego me dio sueño y creo que me dormí, pero mi ello seguía ahí acompañando a mi hombre con su cuento y aún dormida pude seguir escuchándolo. De pronto abrí los ojos y él había terminado de leer, hablamos luego un poco del texto (y lo poco que entendí), me explicó las dos formas en las que puede entenderse (como un cuento con mucho suspenso o como una crítica social), luego hablamos de otros cuentos sobre hospitales, mamás hipocondriacas, hermanos incestuosos y que yo prefiero los funerales.

Al volver a casa la noche fría me hizo sacar mis más oscuros sentimientos de misantropía. Justo a esa hora la mayor parte de los trabajadores vuelven a casa y se convierte eso en una cosa asquerosa... el tren va muy lleno, hay más contacto físico con otros a los que ni conozco y entonces pensé en aquello que F me había dicho sobre esas personas (las del cuento y las reales) que caminan pálidos, sin acercarse unos a otros y de pronto me ví como uno de ellos. Cada vez me vuelvo menos tolerante a la convivencia humana, cada vez me importa menos buscar una sonrisa en un rostro ajeno... y me sentí triste, triste por mi y alma vacía, pálida y putrefacta. Fue entonces que decidí cambiar por este día mi manera de ver y transmitir las cosas. Subí al metrobús y comencé a buscar sonrisas, ojos brillantes y esperanza (en mi misma) y lo logré!. Sonreí a muchas mujeres, toqué suavemente la mano de una pequeña, nuevamente me sentí viva.

Me siento enamorada, mucho.. y agradezco infinitamente a F por su apoyo, comprensión y PACIENCIA!!, agradezco infinitamente que me haga tener ganas de vivir bien, siempre (hoy) y que pueda, a través de pequeños detalles (un cuento, experiencias propias, etc), enseñarme a ser mejor cada día.

Y cómo siempre esto se ha vuelto una cosa extraña sin sentido... sin pies ni cabeza, muchas historias que en mi mente suenan interesantes y a fin de cuentas quedan como párrafos separados inmensamente unos de otros... pero no me importa.