Hace rato fuí testigo de un asesinato... Estaba en el auto de mi hermano escuchándo Radiohead y abrazando a Romina mientras esperaba a mi madre quién tomaba té con una morsa... no tenía nada más interesante que hacer más que mirar através del parabrisas hacia la calle que como siempre estaba triste y solitaria... de vez en vez algún marihuano o sinhogar o marihuano-sin hogar pasaba por ahí sin notar siquiera mi presencia.
La calle como ya dije estaba desierta a excepción del montón de coches medio abandonados que estaban estacionados por ahí, como ya llevaba algunos minutos esperándo prendí un cigarrillo para hacer más entretenido y tóxico el rato... Poco tiempo después una patrulla pasó por el lugar, detuvo un poco su paso, pero al darse cuenta que sólo cantaba volvió a arrancar como si nada. Miré el reloj, habían pasado casi 20 minutos y ni rastro de mi madre, tomé el celular y me puse a marcar como imbécil para presionarla... nada pasó, ella apagó el celular para que no la molestara, se acabó el disco que escuchaba y lo cambié, pero cuando iba a guardar el que quité Romina saltó sobre mi y solté el disco, me agaché a recogerlo... tardé 1 segundo en levantarlo y me perdí de la vista hacia la calle... de pronto un auto compacto, creo que azul, se apareció en el lugar, una mujer de cabello largo, negro y lacio era quien conducia, se detuvo un poco temerosa... acomodó su espejo retrovisor y se pusó labial... pocos segundos después un hombre apareció en la escena en un auto viejo y feo color blanco, se estacionó detrás del de la mujer y presurosamente bajó para acercarse a ella, creo que tenía un poco de prisa porque dejó su puerta abierta.
La mujer parecía incomoda con la presencia del hombre, miró a todos lados y creo que estaba un poco asustada, yo con mucha discreción apagué mi cigarrillo, subí el vidrio de la puerta y apagué la luz para que no pudieran verme, esperaba tener una vista agradable de una pareja manoseándose en medio de la noche en una calle sola y sucia o algo así de romántico... El hombre se veía molesto, tocó muchas veces con fuerza el parabrisas y la mujer se echaba para atrás cada que eso pasaba, sólo movía la cabeza en manera de negación... creo que ella comenzó a llorar, no estoy muy segura, el punto es que él parecía haberse calmado porque se agachó y con dulzura la tomó de la cabeza y la besó, después se separaron y él seguía parado frente a ella, hacía muchos movimientos con la cabeza y las manos, yo no me creía eso de que se había tranquilizado... parecía estar encabronándose más en cada momento... justo ahí pensé que era prudente hacer una llamada a la policia para que pudieran ir a ver que pasaba, pero no me dió tiempo porque cuando tomé el teléfono el hombre metió la mano en la bolsa de su pantalón y sacó una pistola... enseguida la puso en la cabeza de la mujer y disparó... pudé ver un destello como rojito, no sé sí fué la combinación de la luz con la sangré que armoniosamente salió o simplemente así se ve, nunca he disparado un arma... todo pasó tan rápido que no pude hacer nada, sólo cerré los ojos y abracé a Romi mientras me tiraba entre los dos asientos para que él no pudiera vernos...
Creo que nadie escuchó nada, porque no se asomaron, no hubo ventanas con luces encendidas ni señoras en pijama saliéndo al chisme... un minuto después me levanté para ver que había pasado... el hombre aún estaba parado frente a la mujer quién ahora tenía un hueco en la cabeza del que brotaba como fuente un buen chorro de sangre... él dijo algo y la mujer extendió su brazo para darle un cigarro, el hombre lo tomó y volvió a su auto, ambos autos se encendieron y cada uno siguió su camino... no pude creer lo que veía así que lo ignoré y seguí esperando a que mi madre saliera... como dos segundos después ella volvió y me invitó a comer tacos de suadero... yomi!
